Por Guillermo López Moratinos
Lean IT Master - Tecnofor
Director del Master Excelencia de Procesos TIC - Black Belt
Lo más importante es el tiempo…
¿Adaptaré a tiempo la estrategia para responder a las
necesidades del mercado? ¿Entregaré a tiempo lo requerido por el cliente? ¿Terminaré
a tiempo mis proyectos? ¿Cumpliré con mis compromisos temporales de nivel de
servicio?
Y al mismo tiempo…
¿Tendré tiempo para dedicarlo a la innovación y poder responder
a los cambios que me pide el negocio? ¿Podré dedicar tiempo a cohexionar mis
equipos de trabajo? ¿Seré capaz de invertir tiempo en analizar el valor desde el punto de vista del cliente?
Y, sin embargo …
Si dedicáramos tiempo a analizar la eficiencia de los
procesos operativos, en la mayoría de las organizaciones se cumple la regla 3 –
57 de Lean, según la cual de cada 60 minutos de tiempo de un proceso únicamente
3 minutos se corresponden a tiempo que aporta valor para el cliente, pudiendo
considerarse los 57 minutos restantes como tiempo dedicado a actividades por
las que el cliente no estaría dispuesto a pagar y que, por tanto, desde el
punto de vista de Lean, son desperdicio.
Los costes operativos están directamente relacionados con
los tiempos. Las empresas más veloces reducen sus costes operativos porque son
capaces de tomar sus decisiones, diseñar y entregar más rápido que la
competencia, al ritmo que les pide el cliente y empleando menos recursos, lo
cual se traduce en un aumento de la satisfacción del cliente y beneficios
financieros (crecimiento del cash flow, mayores ingresos, reducción de los
costes operativos).
Al reducir el presupuesto no discrecional, estas empresas
son capaces de dedicar presupuesto a la innovación y diferenciarse respecto de
sus competidores para conseguir, de nuevo, llegar a tiempo y poder ofrecer al
cliente lo que necesita y cuando lo necesita.
Por poner un ejemplo actual, uno de los roles que surgen con
fuerza este 2015 es el del Chief Digital Officer para dar respuesta a las
necesidades de servicios digitales que el negocio requiere. Son muchos los que
se dan cuenta de que si el CIO, que dedica la totalidad de su tiempo y
presupuesto en el delivery, no es capaz de sacar tiempo para dar respuesta a
esta necesidad del negocio, el negocio buscará otro rol que pueda. Lo mismo
ocurre en el mercado, cuando un cliente quiere consumir cloud, si su proveedor
actual de virtualización no ha dedicado tiempo a innovar para dar respuestas al
cloud el cliente cambiará a un proveedor que si lo haya hecho. Esta es la
agilidad que pide el mercado, en el que
sólo los veloces tienen asegurada su sostenibilidad
Y a pesar de ser lo
más importante el tiempo…
Frecuentemente, la estrategia de las organizaciones pone el
foco en la reducción de costes… si bien parecería más conveniente centrar la
estrategia en la reducción de los tiempos operativos a través de la eliminación
del desperdicio y esperar con ello conseguir esa reducción de costes, al tiempo
que se fortalece el músculo organizativo para adaptarse al cambio
Ejemplos de ladrones de tiempo hay muchos, algunos demasiado
evidentes y habituales en el día a día como para que no tomemos conciencia de
la importancia de acabar con ellos mediante la aplicación de los principios de
Lean. Me refiero a frases habituales como “Tengo la agenda llena de reuniones”,
“Aun no he empezado con lo que quería hace hoy”, “Esto está pendiente de la
aprobación de …”, “Yo ya lo envié y estoy esperando a que …
”
”
hayáis dedicado a leerlo.
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